Bienvenidos a mis ojos y oídos

Si lo que están buscando es un lugar donde encontrar noticias y actualizaciones semanales con lo último de lo último, éste no es su lugar. Si por el contrario les interesa conocer una opinión un tanto más real acerca de música, películas, artes y ¿quién sabe? tal vez hasta más, están un paso más cerca de encontrarlo. La función de este blog no es decirles qué escuchar, qué ver, qué apreciar. Sino presentar una alternativa a cómo escuchar, cómo ver y cómo apreciar las cosas que nos rodean y sorprenden día a día.

No me considero un experto, ni un erudito en estas materias. Es por eso que aprovecho esta bienvenida para pedirles SU ayuda, SU opinión y aspiro a terminar aprendiendo más de una cosa de ustedes. Con esta perspectiva abierta y libre es que les doy la bienvenida a Magna Quies, una simple opinión del mundo que nos rodea.

Premios Oscar, grandes nominados, un solo rey

Todos los años Hollywood crea un espectáculo a partir del mundo del espectáculo.  Es la noche en que la academia premia a las mejores producciones con la tan deseada estatuilla dorada. Este ciclo, como muchos otros, contó con grandes títulos entre los nominados y galardonados. The King’s Speech, 127, True Grit, Black Swan e Inception, fueron unos de los que más nominaciones acumularon, incluyendo mejor película.

El ganador de la noche fue The King’s Speech, que llevándose a casa 4 oscars, reunió los premios de mejor actor, mejor director,  mejor guión y por supuesto mejor película. El drama histórico acerca del discurso de un rey con grandes dificultades del habla promete y mucho a los espectadores. 

Otro de los galardonados fue Inception, el último trabajo del director Christopher Nolan, que en mi opinión merecía el premio. Reunió estatuillas por efectos visuales y edición de sonido entre otros.

 Natalie Portman se llevó el muy merecido premio a mejor actriz por su papel en Black Swan. Mientras que True Grit, el remake western de los hermanos Coen, contaba con 10 nominaciones pero no obtuvo ninguna. 

   

En conclusión, hubo grandes nominados, un drama histórico conmovedor como ganador de la noche y una sorpresa en la forma de Red Social, mostrando que el fenómeno facebook se está apoderando de muchos de los aspectos de nuestra sociedad.

Fuentes: IMDb

Trainspotting (1996)

         

      Danny Boyle lleva al cine el mundo de las drogas y la juventud representado tres años antes por la novela homónima de Irvin Welsh. El film cuenta con las destacadas de actuaciones de Ewan Mcgregor como narrador y personaje principal.

                La historia se centra en la vida de Mark Renton, un joven heroinómano de aspecto esquelético, que busca dejar su hábito pero recae pasando por los más bizarros escenarios. La película presenta una especie de surrealismo que creo busca adentrarse dentro de los efectos de la heroína en la mente y los cuerpos de estos jóvenes, quienes poco a poco pierden todo sentido de responsabilidad y sólo piensan en una cosa, conseguir su droga. Gran parte del éxito de este proyecto se debió al gran trabajo que sus productores realizaron promocionándolo. Si bien se evito explotar el lado más oscuro de este mundo, nos da una buena visión global de lo que podría ser la cabeza de un joven adicto.

Una de las escenas más conocidas es la desintoxicación del personaje principal que sufre de alucinaciones y agoniza en una cama mientras que libera su cuerpo de la adicción en casa de sus padres.

Led Zeppelin V, Houses of the Holy (1973)

A lo largo de los años, el legendario grupo inglés Led Zeppelin ha llegado donde muy pocos. Han sabido subir la escalera al cielo y dejar su huella en el mundo de la música. Contaban con un estilo único que va desde el blues al rock y marca por momentos los inicios del heavy metal. El conjunto formado por el guitarrista Jimmy Page, Robert Plant como cantante, el baterista John Boham y el bajista John Paul Jones tuvo su auge en los 70 grabando su nombre entre los grandes de la industria.


Las primeras producciones de la banda ayudaron a crear una suerte de base, más que sólida, para lo que sería Houses of the Holy el quinto disco, lanzado en 1973 y que marcaría un nuevo comienzo.


Éste es el primero que deja atrás la tradición de los discos homónimos que llevaban hasta el momento (Led Zeppelin I, II, III y IV). Aparece un uso un poco más intenso de las técnicas de producción y utilizan un material enteramente original. El disco en sí deja de lado la antigua estética de la composición en conjunto y trae un formato más apuntado hacia los singles.


¿Por qué escucharlo? La canción Over the hills and far away. En lo personal la considero como mi favorito dentro de la discografía de la banda, con un comienzo acústico que asciende hasta el rock pesado sólo para caer de nuevo en la parte final del mismo. Claro que si tienen un poco de tiempo, escuchar el conjunto de todos los temas no es ninguna pérdida de tiempo.


“We’ve done four already but now we’re steady and then they went: 1, 2, 3, 4” The Ocean, Led Zepellin. 1973


Pistas:


1. The song remains the same


2. The rain song


3. Over the hills and far away


4. The Crunge


5. Dancing days


6. D’yer Mak’er


7. No quarter


8. The ocean


Duración total aproximada: 41 minútos.

“Cisne negro” (Black Swan) Esquizofrenia, ballet y un realismo perturbante

Son los dramas los que ganan premios. Las tramas sobre los efectos especiales, las actuaciones destacadas aplastan las explosiones y el diálogo mediocre.

La nueva película de Darren Aronofsky, director de obras maestras como “Réquiem por un sueño”, es un claro ejemplo de esos trabajos que cumplen con ambos requisitos, buenos para el público y excelentes para la academia. Sin ser una superproducción, lleva consigo 5 nominaciones al Oscar, entre los cuales se destacan, mejor director, mejor actriz para Natalie Portman y mejor película.

En si la historia no parece muy complicada, una bailarina joven e inocente, consigue le papel principal en el lago de los cisnes y lentamente va transformando su personalidad de “cisne blanco”, a “cisne negro”, representando a ambos en el ballet.

La estética de la película parece acompañar la trama a cada paso, desde la música, imitando la obra, hasta los movimientos de cámara que siguen de forma dinámica a los bailarines. Todo crea el ambiente ideal para que al verla, el espectador se sienta sumergido en la mente de la protagonista y poco a poco pierda la noción de lo real y lo imaginario.

En resumen, no sólo basta con ver la película, es necesario vivirla desde adentro y atender a los detalles y las señales que nos guían por esta historia que se balancea entre la perfección y la locura.




Fuente: IMDb